Letanías a San Agustín

 

Señor, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

 

Cristo, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros. 

 

Señor, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros. 

 

Cristo, óyenos.

Cristo, óyenos.  

 

Cristo, escúchanos.

Cristo, escúchanos. 

 

Dios Padre Celestial,

ten piedad de nosotros.

 

Dios Hijo Redentor del mundo,

ten piedad de nosotros.

 

Dios Espíritu Santo,

ten piedad de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios,

ten piedad de nosotros.

Jesús, Dador de la gracia de la conversión a san Agustín,

ten piedad de nosotros.

Santa María, abogada de pecadores,

ruega por nosotros.

San Agustín, maravilla del mundo,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, milagro de la gracia,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, prodigio de la ciencia,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, hijo de las lágrimas de una piadosa madre,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, penitente penetrado de dolor continuo,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, Doctor humilde y sublime,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, Doctor de la gracia divina,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, Doctor del divino Amor,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, amante de la bondad increada,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, lleno de fuego y de luz,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, herido del amor de Jesucristo,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, padre de un número infinito de santos,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, perla de los confesores,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, luz de los doctores,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, voz de Jesucristo,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, predicador insigne de la Palabra de Dios,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, martillo de todos los herejes,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, ornamento precioso de los prelados,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, arco brillante, aparecido en las nubes,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, olivo siempre verde y lleno de fruto,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, incienso aromático, que comunica el fuego de la gracia,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, rosal florido en la primavera de la piedad,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, águila de la Trinidad, que mira frente al sol,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, sol brillante del Templo de Dios,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, industriosa abeja de Dios,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, ejemplo de todas las virtudes,

ruega por nosotros.

 

San Agustín, padre en quien ponemos nuestra confianza,

ruega por nosotros.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

perdónanos, Señor.

 

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

escúchanos, Señor.

 

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

ten misericordia de nosotros.

 

Ruega por nosotros, San Agustín,

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

 

Oremos: Oh, Dios, que revelando al bienaventurado Padre Agustín los arcanos ocultos de tu sabiduría e inflamando en su corazón las llamas de tu caridad, renovaste en tu Iglesia el milagro de la columna de nube y fuego, concédenos que pasemos felizmente los escollos de este mundo y merezcamos llegar a la eterna Patria de las divinas promesas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

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