Señor Jesús, Verbo eterno de Dios, por quien fueron creadas todas las cosas y hacia quien se dirige el universo y la historia. Tú eres omnipotente, eterno e infinito Dios, Rey del universo y Señor de todo y de todos. Por amor a nosotros, pobres pecadores, te entregaste al designio salvador del Padre, y renunciaste a tu condición divina para abrazar nuestra condición humana, convirtiéndote así en el modelo supremo de humildad y abandono en las manos de Dios.
Concédenos contemplar
este abandono como prueba de amor y anticipo de la gloria, y dame la gracia de
vivir, como tú, la paz y la dulzura del abandono en todos los acontecimientos
de la vida, especialmente los más dolorosos o difíciles. Amén.
Tú fuiste
el Hijo de Dios abajado,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú te
despojaste de la condición divina,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú no
tuviste lugar digno para nacer,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste ignorado por el mundo,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú fuiste perseguido siendo niño inocente,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
consumiste casi toda tu vida en el anonimato,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste tentado cuando eras más débil,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste arrojado fuera de tu pueblo,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste tenido por loco,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú no
tuviste donde reclinar la cabeza,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste humillado por los prepotentes,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste perseguido por los poderosos,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste criticado por los bienpensantes,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste olvidado por tu pueblo,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste incomprendido por todos,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú no
fuiste correspondido en tu entrega,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú fuiste
odiado por los que amabas,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste menospreciado por los piadosos,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste desatendido en tus necesidades,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste ignorado por el mundo,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste motivo de burla para los mundanos,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste calumniado y desprestigiado,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste tentado con engaños,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste despreciado y ridiculizado,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste perseguido injustamente,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste vendido por el amigo,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste traicionado y abandonado por los tuyos,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
agonizaste de tristeza en el Huerto,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
experimentaste la lejanía de Dios,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
sufriste la angustia mortal del abandono,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste tratado como malhechor,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú te
hiciste pecado y pasaste por pecador,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste utilizado como moneda de cambio,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste presionado y manipulado,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste juzgado por los injustos,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste acusado de blasfemo,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste condenado por los malvados,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
callaste ante la infamia y la condena,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste vejado y ultrajado,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste abofeteado por decir la verdad,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste humillado en público,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
viste preferir a un criminal a ti,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú fuiste
flagelado y escarnecido,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste coronado de espinas,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste cargado con la cruz de otros,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste triturado por nuestros pecados,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste despojado de toda dignidad humana,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
viste agonizar a tu madre al pie de la Cruz,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
fuiste ejecutado ignominiosamente,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú te
sentiste abandonado por Dios,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Tú
moriste entre burlas e insultos,
te adoro en tu abandono, Jesús.
Al contemplarte, Jesús, en tu manso abandono
en las manos del Padre, como cordero inocente llevado al matadero, te suplico
me concedas tu mansedumbre, de manera que siempre y en todo me abandone incondicionalmente
en las manos del Padre:
Cuando
me insulten y me persigan,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me humillen y me desprecien,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
no me comprendan,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
se burlen y se rían de mí,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me calumnien y me critiquen,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me abandonen o me sienta solo,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me sienta perdido o desorientado,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
la vida me desconcierte,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
no sienta tu presencia,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
no vea tu providencia,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me equivoque o fracase,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
haga el ridículo,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
no sepa qué hacer,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me canse de luchar,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
tenga momentos de oscuridad,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
tropiece y caiga,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me vea tentado,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me traten injustamente,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
no me escuchen,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me dejen de lado,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me nieguen el perdón,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me quieran mal,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me sienta preterido,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me abrumen las dificultades,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me ataque la enfermedad,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me falten las fuerzas,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me cueste orar,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
pierda la esperanza,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
se tambalee mi fe,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me desanime,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me acusen injustamente,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me pueda el cansancio de la vida,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
caiga en el pecado,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me olvide de tu amor,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me invada la angustia,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
no correspondan a mi amor,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me acusen sin razón,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
no se preocupen de mí,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me fallen mis amigos,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me ignoren los míos,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
alguien me escandalice,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me cueste seguirte,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
sienta vergüenza frente al mundo,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
no sepa cómo ayudar al prójimo,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me cueste el testimonio de fe,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me pueda el desaliento,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
eche de menos algo que no seas tú,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me oprima la angustia,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me sienta perdido,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
la vida me hiera,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me vea insignificante,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
no me valoren,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me asedie el tentador,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
desconfíen de mí,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me deseen mal,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me cueste perdonar,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me incriminen y me reprochen,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me llegue la muerte,
Me pondré en tus manos, Señor.
Cuando
me presente ante ti en el juicio,
Me pondré en tus manos, Señor.
Con toda mi confianza y como fruto de mi
entrega pongo en tus manos, Señor, todo lo que soy y tengo:
Mi
pasado y cuanto contiene,
lo pongo en tus manos, Jesús.
Todo el
momento presente,
lo pongo en tus manos, Jesús.
El futuro
que me espera,
lo pongo en tus manos, Jesús.
Mis deseos
e ilusiones,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis esperanzas
y sueños,
los pongo en tus manos, Jesús.
Todas mis
necesidades,
las pongo en tus manos, Jesús.
Mis logros
y mis errores,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis capacidades
y méritos,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mi debilidad
y flaqueza,
las pongo en tus manos, Jesús.
Todo lo
que me hace pobre,
lo pongo en tus manos, Jesús.
Mis dolores
y enfermedades,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis luchas
y mis trabajos,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis inquietudes
y miedos,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis incertidumbres
y dudas,
las pongo en tus manos, Jesús.
Mis alegrías
y penas,
las pongo en tus manos, Jesús.
Mis afectos
y mis amores,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis lágrimas
y mis risas,
las pongo en tus manos, Jesús.
Mis fracasos
y decepciones,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis carencias
y defectos,
los pongo en tus manos, Jesús.
Los esfuerzos
por superarme,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis amigos
y compañeros,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis soledades
y angustias,
las pongo en tus manos, Jesús.
Mis luces
y mis sombras,
las pongo en tus manos, Jesús.
Mi inteligencia
y mi voluntad,
las pongo en tus manos, Jesús.
Toda fe
y confianza,
las pongo en tus manos, Jesús.
Los obstáculos
de la vida,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis tentaciones
y pruebas,
las pongo en tus manos, Jesús.
Las gracias
que me concedes,
las pongo en tus manos, Jesús.
Mi corazón
y mi alma,
los pongo en tus manos, Jesús.
La humillación
que recibo,
la pongo en tus manos, Jesús.
Mis pecados
y miserias,
las pongo en tus manos, Jesús.
Cada flor
en mi camino,
la pongo en tus manos, Jesús.
Tu cuidado
y providencia,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mi trabajo
y mi cansancio,
los pongo en tus manos, Jesús.
Las cadenas
que me atan,
las pongo en tus manos, Jesús.
Las pasiones
que me pueden,
las pongo en tus manos, Jesús.
La vida
que me rodea,
la pongo en tus manos, Jesús.
La misión
que me entregaste,
la pongo en tus manos, Jesús.
La luz
que guía mis pasos,
la pongo en tus manos, Jesús.
Las gracias
que me regalas,
las pongo en tus manos, Jesús.
El mundo
que me cobija,
lo pongo en tus manos, Jesús.
Mis sufrimientos
y cruces,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis días
sobre la tierra,
los pongo en tus manos, Jesús.
Mis méritos
y mis logros,
los pongo en tus manos, Jesús.
El fruto
de mi vida entera,
lo pongo en tus manos, Jesús.
Mi gratitud
y alabanza,
las pongo en tus manos, Jesús.
Los lazos
de mis afectos,
los pongo en tus manos, Jesús.
Las ofensas
que recibo,
las pongo en tus manos, Jesús.
Mis pasos
desorientados,
los pongo en tus manos, Jesús.
Tu silencio
que me quema,
lo pongo en tus manos, Jesús.
Tu voz
que llena mi alma,
lo pongo en tus manos, Jesús.
Cada instante
de mi vida,
lo pongo en tus manos, Jesús.
Cada latido
del alma,
lo pongo en tus manos, Jesús.
Mi vida
entera y mi muerte,
las pongo en tus manos, Jesús.
Jesús, manso y humilde de corazón, transforma
mi corazón y hazlo igual al tuyo, para que pueda entregarme plenamente a Dios, hasta
hacer de mi vida una ofrenda viva de amor a la Trinidad, que le dé gloria por
siempre y alcance la salvación del mundo. Amén.
***
Para más letanías, ver el ÍNDICE.
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