Señor, ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo,
ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo,
óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo,
escúchanos.
Dios Padre Celestial,
ten
piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo,
ten
piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo,
ten
piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
ten
piedad de nosotros.
Por las horribles ofensas que se cometen contra
tu dulcísimo Jesús,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por la espada de dolor que hijos degenerados quieren nuevamente clavar en tu Corazón maternal,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por las blasfemias infames que se vomitan contra
tu purísimo y Santísimo Nombre,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por las infames negaciones que se hacen de tus
privilegios y de tus glorias más excelsas,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por los insultos que se lanzan contra tu culto
dulcísimo,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por las sacrílegas afrentas que los impíos
cometen contra tus sagradas imágenes,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por las profanaciones que se cometen en tus
santuarios,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por las ofensas contra la virtud angelical que
Tú personificas,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por los ultrajes que se cometen con las modas,
la pornografía y los espectáculos perversos contra la dignidad de la mujer,
por ti reivindicada y santificada,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por los horrendos delitos y medios de corrupción
con que se quiere apartar a los inocentes de tu seno maternal,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por las incomprensiones de tus derechos
divinamente maternales,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por la ingratitud de tantos hijos a tus gracias
más bellas,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por la frialdad de tantos corazones a tus
ternuras maternales,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por el desprecio a tus invitaciones de amor,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por la cruel indiferencia de tantos corazones,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por tus lágrimas maternales,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por las angustias de tu dulcísimo Corazón,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por las agonías de tu alma Santísima en tantos
calvarios,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por el martirio que te ocasiona la perdida de
tantas almas redimidas por la Sangre de tu Jesús,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por los atentados que se cometen contra tu
Jesús, que mora en su Vicario y en sus sacerdotes,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Por la conjuración infernal contra la vida de tu
Jesús en su Iglesia,
nos postramos ante tus pies y pedimos perdón al Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
perdónanos,
Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
escúchanos,
Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
ten
misericordia de nosotros.
Inmaculado Corazón de María,
Sed la salvación del alma mía.
¡Oh Madre Santa dulcísima!, que en el heroísmo
de tu amor maternal, al pie de la cruz, rogaste por aquellos que cruelmente
martirizaban tan atrozmente a tu amado Hijo Jesús y desgarraban tu Corazón
tiernísimo, ten piedad de todos los desventurados e indignos que te ofendemos;
haz que seamos recibidos en tu seno maternal, purificados por
tus lágrimas benditas, y admitidos a gozar los frutos abundantes de tu maternal
misericordia. Amén.
***
Para más letanías, ver el ÍNDICE.
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