Señor,
ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de
nosotros.
Cristo,
ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de
nosotros.
Cristo,
óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo,
escúchanos.
Cristo, escúchanos.
Dios
Padre Celestial,
ten piedad de nosotros.
Dios Hijo
Redentor del mundo,
ten piedad de nosotros.
Dios
Espíritu Santo,
ten piedad de nosotros.
Santa
Trinidad, un solo Dios,
ten piedad de nosotros.
Dulcísimo Jesús, en el
Huerto de los Olivos, triste hasta la muerte, profundamente angustiado,
oprimido de agonía, cubierto de sudor de sangre...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, por el
beso traidor, entregado a manos de Tus enemigos, maltratado, atado y atrapado
con cuerdas, abandonado por Tus Discípulos...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, por el
injusto consejo de los judíos, juzgado, acusado de muerte, entregado a Pilato,
despreciado y burlado por el impío Herodes...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, desnudo,
atado en una columna y azotado cruelmente...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, coronado
de penetrantes espinas, herido en Tu Sagrada Cabeza con una caña, vestido, por
burla, de un manto de púrpura, saciado de oprobrios...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, más
odiado que un ladrón y asesino, rechazado por los judíos, condenado a la muerte
de la Cruz...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, cargado
con la pesada Cruz, caído en tierra, llevado al Calvario como el cordero al
matadero...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, varón de
los dolores, despojado de todo, que contado entre los criminales, fuiste
inmolado en sacrificio por nuestros pecados...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, clavado
cruelmente en la Cruz, herido dolorosamente por nuestras iniquidades,
quebrantado por nuestra culpa...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, burlado
aún en la Cruz, atormentado y oprimido de dolores indescriptibles, consumido de
sed, abandonado en la más dolorosa agonía por el propio Padre Celestial...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, muerto
en la Cruz, traspasado por una lanza a la vista de Tu Dolorosa Madre...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, bajado
de la Cruz, depositado en los brazos de Tu Santísima Madre y bañado en Sus
Lágrimas...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Dulcísimo Jesús, ungido y
embalsamado por los Discípulos amantes con preciosos aromas, envuelto en
sábanas limpias y depositado en el Santo Sepulcro...
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Él
realmente tomó sobre Sí nuestras iniquidades,
Y nuestros dolores Él los soportó.
Oremos: Oh Jesús, Hijo Unigénito de Dios y de la
Virgen Inmaculada, que por la Salvación del mundo quisiste ser rechazado por
los judíos, atado con cuerdas, conducido al matadero como un cordero,
presentado injustamente a los jueces Anás, Caifás, Pilato y Herodes, acusado
por falsos testigos, herido con golpes, saciado de oprobios e injurias,
escupido en la cara, azotado brutalmente, coronado de espinas, condenado a la
muerte, despojado de Tus vestidos, clavado con toda la crueldad en la Cruz,
suspendido entre dos ladrones, colmado con hiel y vinagre, abandonado en
tormentosa agonía y finalmente traspasado por una lanza: por estos tormentos,
Señor, de los cuales yo, indigno hijo Tuyo, ahora, con devoción, gratitud y
amor recuerdo, y por Tu Santísima Muerte en la Cruz, líbrame de las penas del
Infierno y dígnate llevarme al Paraíso, donde llevaste Contigo al buen ladrón.
Ten piedad de mí, oh Jesús, que con el Padre y el Espíritu Santo vives y
reinas, por todos los siglos de los siglos. Amén.
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