sábado, 26 de marzo de 2022

Letanías de la Pasión de Cristo (por San Alfonso María de Ligorio)

 

 
 
 
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. 
 
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. 
 
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. 
 
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.  
 
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos. 
 
Dios Padre Celestial,
ten piedad de nosotros.

Dios Hijo Redentor del mundo,
ten piedad de nosotros.
 
Dios Espíritu Santo,
ten piedad de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios,
ten piedad de nosotros.

Dulcísimo Jesús, en el Huerto de los Olivos, triste hasta la muerte, profundamente angustiado, oprimido de agonía, cubierto de sudor de sangre...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, por el beso traidor, entregado a manos de Tus enemigos, maltratado, atado y atrapado con cuerdas, abandonado por Tus Discípulos...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, por el injusto consejo de los judíos, juzgado, acusado de muerte, entregado a Pilato, despreciado y burlado por el impío Herodes...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, desnudo, atado en una columna y azotado cruelmente...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, coronado de penetrantes espinas, herido en Tu Sagrada Cabeza con una caña, vestido, por burla, de un manto de púrpura, saciado de oprobrios...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, más odiado que un ladrón y asesino, rechazado por los judíos, condenado a la muerte de la Cruz...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, cargado con la pesada Cruz, caído en tierra, llevado al Calvario como el cordero al matadero...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, varón de los dolores, despojado de todo, que contado entre los criminales, fuiste inmolado en sacrificio por nuestros pecados...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, clavado cruelmente en la Cruz, herido dolorosamente por nuestras iniquidades, quebrantado por nuestra culpa...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, burlado aún en la Cruz, atormentado y oprimido de dolores indescriptibles, consumido de sed, abandonado en la más dolorosa agonía por el propio Padre Celestial...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, muerto en la Cruz, traspasado por una lanza a la vista de Tu Dolorosa Madre...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, bajado de la Cruz, depositado en los brazos de Tu Santísima Madre y bañado en Sus Lágrimas...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Dulcísimo Jesús, ungido y embalsamado por los Discípulos amantes con preciosos aromas, envuelto en sábanas limpias y depositado en el Santo Sepulcro...
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
 
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
perdónanos, Señor.
 
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
escúchanos, Señor.
 
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
ten misericordia de nosotros.
 
Él realmente tomó sobre Sí nuestras iniquidades,
Y nuestros dolores Él los soportó.
 
Oremos: Oh Jesús, Hijo Unigénito de Dios y de la Virgen Inmaculada, que por la Salvación del mundo quisiste ser rechazado por los judíos, atado con cuerdas, conducido al matadero como un cordero, presentado injustamente a los jueces Anás, Caifás, Pilato y Herodes, acusado por falsos testigos, herido con golpes, saciado de oprobios e injurias, escupido en la cara, azotado brutalmente, coronado de espinas, condenado a la muerte, despojado de Tus vestidos, clavado con toda la crueldad en la Cruz, suspendido entre dos ladrones, colmado con hiel y vinagre, abandonado en tormentosa agonía y finalmente traspasado por una lanza: por estos tormentos, Señor, de los cuales yo, indigno hijo Tuyo, ahora, con devoción, gratitud y amor recuerdo, y por Tu Santísima Muerte en la Cruz, líbrame de las penas del Infierno y dígnate llevarme al Paraíso, donde llevaste Contigo al buen ladrón. Ten piedad de mí, oh Jesús, que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas, por todos los siglos de los siglos. Amén.
 


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Letanías a Cristo Rey


 
 
 
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. 
 
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. 
 
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. 
 
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.  
 
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos. 
 
Dios Padre Celestial,
ten piedad de nosotros.

Dios Hijo Redentor del mundo,
ten piedad de nosotros.
 
Dios Espíritu Santo,
ten piedad de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios,
ten piedad de nosotros.

Jesús, Rey, verdadero Dios y verdadero hombre,
ten piedad de nosotros.

Jesús, Rey de los cielos y de la tierra,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de los ángeles,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de los apóstoles,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de los mártires,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de los confesores,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de los vírgenes,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de todos los santos,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de la santa Iglesia,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de los sacerdotes,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de los reyes,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de las naciones,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de nuestros corazones,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey y esposo de nuestras almas,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey, Salvador y Redentor nuestro,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey, y Dios nuestro,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey y Maestro nuestro,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey y Pontífice nuestro,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey y Juez nuestro,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de gracia y santidad,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de amor y justicia,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de vida y de paz,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de la verdad y de la sabiduría,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey del universo,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de la gloria,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey Altísimo,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey Todopoderoso,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey invencible,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey sapientísimo,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey benevolentísimo,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey pacientísimo
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey flagelado,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey coronado de espinas,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey crucificado,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey gloriosamente resucitado,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey de amor en el Santísimo Sacramento,
ten piedad de nosotros.
 
Jesús, Rey nuestro amantísimo,
ten piedad de nosotros.
 
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
perdónanos, Señor.
 
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
escúchanos, Señor.
 
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
ten misericordia de nosotros.
 
Bendecid vuestro pueblo, oh Jesús Rey; gobernadnos y protegednos,
Vivid y reinad en nuestros corazones y en los corazones de todos los hombres.
 
Oremos: Omnipotente y sempiterno Dios, que en vuestro amado Hijo, Rey del universo, resolvisteis renovar todas las cosas, conceded benignamente que todos los hombres pecadores se sujeten a su suave yugo y dominio, quien vive y reina con Vos por los siglos de los siglos. Amén.
 


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Letanías a Nuestra Señora de la Merced

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