Señor, ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo,
ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo,
óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo,
escúchanos.
Dios Padre Celestial,
ten
piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo,
ten
piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo,
ten
piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
ten
piedad de nosotros.
Santa María,
ruega
por nosotros.
San Ignacio de Loyola,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, celosísimo del culto a María,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, socorro de la Iglesia militante,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, que has hecho revivir la práctica de los Sacramentos,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, fuerza de los que combaten por la fe,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, sostén de la juventud,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, vaso de elección para llevar el nombre de Jesús,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, defensor de la religión católica,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, enemigo declarado del vicio,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, propagador de las verdades evangélicas,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, ardentísimo para la mayor gloria de Dios,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, templo de la paz y de la Verdad,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, imitador de los trabajos de Jesucristo,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, lumbrera y gloria del mundo cristiano,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, director prudente de las almas,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, esclarecido maestro de la vida espiritual,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, autor de los Ejercicios Espirituales,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, pronto para perdonar las injurias,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, severo examinador de tus pensamientos y de tus acciones,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, espejo de la piedad verdadera,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, prodigio de humildad,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, tú que has dado la salud a los enfermos,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, tú que has hecho un gran número de milagros,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, tú que has corrido en busca de almas extraviadas,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, refugio de los desgraciados,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, consuelo de los afligidos,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, abrasado en el amor divino,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, abanderado de la obediencia,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, protector admirable de la castidad,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, gran amador de la pobreza,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, celosísimo de la salvación de las almas,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, terror de los demonios,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, modelo de todas las virtudes,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, prevenido de inspiraciones divinas,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, iniciado en los misterios de la Santísima Trinidad,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, apóstol a causa de tu solicitud por las almas,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, profeta por la gracia y por el espíritu,
ruega
por nosotros.
San Ignacio, mártir por la austeridad de la vida,
ruega
por nosotros.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
perdónanos,
Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
escúchanos,
Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
ten
misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, San Ignacio de Loyola,
Para
que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: ¡Oh Dios! Que para propagar la mayor gloria de tu nombre fortaleciste a tu Iglesia militante, por medio de San Ignacio, con un nuevo refuerzo, concédenos que, combatiendo en la tierra con su auxilio y a su imitación, merezcamos ser con él coronados en el cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Para más letanías, ver el ÍNDICE.
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